Anomalía original
No es difícil afirmar que estamos viviendo en una plena crisis de originalidad. Una rápida lectura de las películas más taquilleras y las series más vistas resulta en una lista inacabable de secuelas, adaptaciones, precuelas, remakes y extensiones de universos (y multiversos cuando se quiere seguir exprimiendo una propiedad intelectual).
Pocas franquicias han sido tan cínicas en ordeñar hasta la última gota posible de contenido (y los juguetes y mercancías que lo acompañan) como Star Wars. Bajo esta lógica Andor, la más reciente serie en el universo de Arturito y Luke Skywalker, debería ser una más de esa avalancha amorfa de horas que........
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