La argolla partidista de la corrupción
En las esferas del poder y de la clase política, estamos llegando, en mi opinión, a niveles de degradación propios de una república bananera, de uno y otro lado, izquierdas y derechas. Pareciéramos no haber aprendido nada del nefasto capítulo de descomposición político-social alcanzado en la era montesinista, que convirtiera al país en un mercado persa, donde todo se compra, todo
se vende.
Así las cosas, la corrupción nunca se fue, solo mutó, se perfeccionó, al punto que ahora se presenta de forma transversal y abierta en todos los sectores socioeconómicos, mostrándonos ante ello, indignamente permisivos, al menos en el campo político se ha dado pase........
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