En el Derecho constitucional y en la ciencia política suele hacerse distinción entre la “legitimidad” y la “legalidad”. Estos conceptos son repetidos por los medios y por los opinólogos del análisis político, muchas veces sin saber bien su contendido o verdadero significado.

Por “legitimidad” se alude a los niveles de aceptación popular que podrían tener los gobernantes según las mediciones de las encuestas, las opiniones recogidas en redes sociales, o los propios surveys al paso que improvisan los medios de comunicación. Por tanto, tienden a recusar a aquellos funcionarios y/o gobernantes que arrojan, según estos datos empíricos, bajos niveles de “aceptación”, llegando........

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