Negados a una segunda lejanía
Un escritor, profesor universitario, traductor de los mejores en Cuba, suele compartir en Facebook reflexiones sobre su realidad, la conducta cívica que lo mantiene en pie, la poesía y la literatura.
Como la de muchos, su forma de evadir la severa carestía es alentando su yo virtual. Mientras el hombre de carne y huesos huye de la oscuridad de los apagones o resiste la tensión de una interminable cola, sus estoicas reflexiones lo alimentan a él y a quienes lo siguen, algunos lejos, desconocidos, pero amigados por los sentimientos y la retroalimentación de ideas.
Sin embargo, desde el pasado 30 de mayo, el escritor —o ese alter ego que producen las redes— parece condenado a la muerte, y si no fuera tanto, por lo menos, se ha visto determinado por la contención y el ascetismo virtual.
En tono de melancolía escribió el poeta: “Que la vida nos haga todo más fácil”. Parecían palabras de despedida.
Leí su post poco después de los impopulares anuncios hechos por la Empresa de Telecomunicaciones (Etecsa), cuyo eslogan, si mal no recuerdo, era “en línea con el mundo”. ¿Qué líneas? ¿Qué mundo?, me pregunto con el recuerdo de un poema de Rafael Alberti.
En principio, la empresa impuso una tarifa de 360 CUP por 6 GB racionados mensualmente; y a quienes necesiten superar esa........
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