García Peña y su nuevo momento creativo
Parece ser definitivo. Ernesto García Peña se ha pasado al abstraccionismo. Aquel figurativo de la épica mambisa de los años 70 (exposición ¡A la carga!, Galería Habana, 1976), el pintor de las parejas danzantes en cortejo eterno de las últimas décadas, tributa ahora a un género que, si bien se prefiguraba en muchas de sus piezas anteriores —la creación de fondos, mayormente—, no había alcanzado el protagonismo pleno que encuentra en este segmento de su trabajo.
A los 76 años, nuestro artista se decide por la no figuración, un salto arriesgado para algunos; una muestra de lozanía creativa, para otros. Desde mi perspectiva, no hay arte sin riesgo. Lo que ya se sabe hacer, aun con alto grado de excelencia, deviene gesto repetitivo más que marca personal, manierismo en el sentido sicológico del término. Y el arte es lo que hay que inventar —descubrir— cada día.
2024 es el año de la asunción plena de la abstracción lírica por parte de García Peña. Los historiadores del arte cubano del futuro rastrearán el camino que él ha transitado hasta aquí; mostrarán, como antecedentes, las soluciones amorfas de muchos fondos pictóricos resueltos con manchas que........
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