Del capricho a la intemperancia
El presidente Petro nos tenía acostumbrados a sus caprichos. Cada mañana se despertaba con una nueva ocurrencia que ponía a su equipo de gobierno en una improvisada ruta. Así sucedió con la salud del magisterio, con la producción de energía, el tren volador, los aguacates o con la idea de cambiar el escudo nacional. El resultado siempre ha sido el mismo: una crisis. La magnitud ha variado, pero la persistencia en dañar ha sido constante.
La crisis provocada por un X de las 3:30 de la madrugada habría sido una de las más graves que hubiéramos vivido. Unos aranceles del 25% y del 50% una semana después habrían afectado y prácticamente destruido cerca del 30% de las exportaciones. Sectores........
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