Una horrible acusación falsa
A fines de la semana antepasada tuvo lugar un acto jurídico que, por un lado, solo puede alegrar, pero que tiene también un retrogusto verdaderamente amargo. El señor Richard Mamani, acusado, juzgado y condenado por un delito que no cometió, ha recuperado su libertad luego de nueve años de haber estado encerrado en una cárcel. Fue condenado por uno de los crímenes más hediondos que existe en el catálogo de las aberraciones: la violación a una niña.
El enorme error ha sido rectificado. En su mayoría de edad, la víctima de la violación, por la que fue condenado el señor Mamani, declaró que su testimonio fue falso e inducido por su hermana mayor, quien, a partir de esa inaceptable canallada, estaba salvando al verdadero autor del crimen.
La historia es de una sordidez extrema. Esta vez es posible que la responsabilidad no recaiga en el podrido sistema judicial........
© Los Tiempos
