Ligar con una extranjera
En los asuntos del amor, con los años y la madurez, he terminado en el mismo punto que Dave Barry, que dijo aquello de "nunca más subestimaré el poder de persuasión de una mujer con formación jurídica y grandes tetas". Si el amor es la sal de la vida, ligar es el azúcar, o mejor aún, la salsa César de la ensalada, o los contramuslos de pollo dorados al horno, o la lubina a la plancha con patatas gajo. Quizá tenga razón mi médico, hay dos cosas que no debería hacer con hambre: ir al supermercado y escribir.
Sea como sea, en verano nos movemos de nuestro hábitat natural. Y al igual que el golondrino se aparea con la golondrina allá donde recibe la llamada de la naturaleza, por muy lejos de su nido que esté, los hombres se quedan pasmados por la belleza exótica de las chicas de otras latitudes, y hacen lo que sea para ligárselas. De acuerdo, ligar y aparearse no son sinónimos, pero nosotros tampoco vamos por ahí poniendo los huevos en lo alto de un campanario.
Por alguna extraña razón, todo hombre, cuando ve a una chica joven de vacaciones fuera de su país, cree que se muere de ganas de salir de fiesta, beber y ligar. Las trabas que se encuentra un tipo en ese........
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