Sexo, drogas y desamor
Yoga y coca
Alejandra Maldonado
Ciudad de México, 2021, 154 pp.
Yoga y coca, de Alejandra Maldonado (Ciudad de México, 1975), parece contener todos los ingredientes que las plataformas de streaming buscan para atraer a la audiencia juvenil: una protagonista que no es precisamente guapa pero que atrae a los hombres, la búsqueda del amor, mucho sexo, fiestas y humor negro. Sin embargo, sería un error pensar en él como en una comedia romántica. La de Blanca Potente no es la historia de ninguna chica ingenua dispuesta a todo por conseguir un marido, sino la de una mujer presa de sus adicciones que busca su lugar en un mundo tan caótico y acelerado como ella.
Criada por su abuela y tras estudiar en un colegio de monjas de provincia, Blanca llega a los diecisiete años a la Ciudad de México para ingresar en la universidad y adentrarse al mundo de las letras. Al graduarse de comunicación audiovisual de una escuela que ella describe para “ricos bohemios”, se da cuenta de que la literatura no deja lo suficiente. Luego de publicar sus primeros cuentos en Moho, la revista literaria de Will Fandelli, un escritor consumado con envidiable olfato para identificar coca de buena calidad y jóvenes promesas literarias –cualquier parecido con Guillermo Fadanelli no es mera coincidencia–, decide adentrarse en la publicidad. El plan es trabajar un año en una agencia y ganar lo suficiente para después renunciar y dedicarse a escribir. Así, Blanca intenta balancear su vida como sacerdotisa corporativa del mal, como ella se define, y escritora que sueña con vivir del arte. Al final, la vorágine capitalista la absorbe y la aleja........
© Letras Libres
