Cada ronda de medios de Gustavo Bolívar nos deja enseñanzas. Con el favor de las encuestas pero sin el guiño del líder amado, el precandidato del Pacto Histórico es una suerte de veterano de guerra que regresó traumatizado de las expediciones en el Petroverso. En cada declaración se revelan tácticas de sus días en el frente. Sus declaraciones suenan a catarsis y su mirada devela cansancio y resignación. A estas alturas, la continuidad que propone es cambiar el rumbo del cambio. 

Si las reformas sociales salen adelante –dijo Bolívar hace unas semanas– “eso ya pagó la vendida del alma al diablo”. Se refería entonces a las alianzas del Presidente con la clase política de marca registrada:........

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