El entierro sin trasteo
Siempre pensamos que habrá tiempo para todo: para viajar, estudiar algo nuevo y compartir con amigos. Pero un día nos damos cuenta de que hemos acumulado más planes que experiencias. Como Florentino Ariza en El amor en los tiempos del cólera, que tenía un baúl lleno de cartas sin enviar. En su caso, eran palabras; en el nuestro, momentos inolvidables que nunca sucedieron.
La especie humana, además de tener una mente que propone hipótesis absurdas en las noches de insomnio, insiste en la necesidad de poseer un patrimonio. Como mínimo, una vivienda para la familia y un ahorro. Sobre este último, existen dos tipos: el ahorro estratégico, que construye un futuro, y el ahorro tanatoturístico, ese que acumula riquezas como si fueran parte del menaje del funeral.
Los faraones egipcios, por lo menos, tenían una narrativa esperanzadora: cuando el humano partía al más allá se podía llevar todo para la travesía - Joyas, muebles, gatos momificados,........