La falacia de lo público
La semana pasada fui invitado al Concejo de Medellín a intervenir en el debate sobre la venta de las acciones de EPM en Tigo-Une. Confieso que salí decepcionado. La democracia en Colombia se ha convertido en un espectáculo de arengas, insultos y acusaciones, donde las ideas y los argumentos han sido sustituidos por la búsqueda de aplausos fáciles y likes en redes sociales. El verdadero debate de ideas ha quedado relegado.
En medio de este escenario, persiste una creencia errónea: la idea de que lo público es sinónimo de lo colectivo, y que las empresas estatales son, de alguna manera, propiedad de todos. Aunque esta noción pueda parecer atractiva, es profundamente engañosa y, en última instancia, perjudicial para el progreso económico y social.
Para empezar, una “empresa estatal” es una contradicción en términos. Las verdaderas empresas operan........
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