Pedagogía del sometimiento
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por Humberto González Briceño 19/06/2025, 12:17 PM
El chavismo, en su fase terminal, no es ya un régimen: es una liturgia. Una misa negra donde el altar es el poder, y el pueblo —si aún existe— es apenas el coro de fondo.
Humberto González Briceño
En la Venezuela revolucionaria, donde el bolívar se evapora antes de tocar el bolsillo y la ley se imprime con la tinta del miedo, el régimen ha decidido dar otra lección magistral de economía y gobernanza: decretar la felicidad por resolución ministerial. Se trata, esta vez, del renacido esquema de “precios acordados”, ese viejo conocido que prometía frenar la inflación y acabó arruinando anaqueles, mercados y familias. Vuelve como un zombi con pedigree chavista, acompañado del viejo estribillo: el pueblo primero. Pero con hambre.
Mientras el Banco Central simula estadísticas como quien disfraza un cadáver con corbata, y la inflación ronda cómodamente los tres dígitos anuales (229 %, para ser exactos), el Ejecutivo proclama con seriedad quirúrgica que los precios pueden ser civilizados por decreto. La realidad, por supuesto, se burla: carne que desaparece, harina que huye y medicinas que se evaporan. La escasez vuelve, pero con discurso........
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