¿Oposición tibia o decente?
El pasado 1 de mayo, el presidente, Gustavo Petro, convirtió la tradicional marcha de los trabajadores -una jornada mundial de reivindicación laboral- en una plataforma para imponer su narrativa personal. Aprovechó el acto no solo para presentar su consulta popular ante el Senado, sino para lanzar un discurso plagado de odio, división y amenazas veladas.
Lo más grave fue su ataque directo al Congreso de la República, desacreditando a quienes no se someten a su ideología. En un gesto peligroso para la democracia, Petro intentó intimidar a los congresistas poniendo sobre sus hombros una lápida simbólica por ejercer la oposición.
Ante este escenario, las redes sociales se llenaron de críticas hacia la oposición, tildándola de tibia o ineficaz. Pero antes de emitir juicios ligeros es necesario hacer memoria y evaluar........
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