Humberto García Larralde: El último gran error de Maduro
El 10 de enero por la mañana Maduro y sus cómplices, con el amparo funesto de la cúpula militar traidora comandada por López Padrino, terminaron de consumar su anunciado golpe contra la República. El bochornoso acto de “investir” a un usurpador como presidente tuvo su momento más grotesco al juramentar Maduro su defensa de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (¡¡!!). Y peor todavía, sin percatarse –o no afectarle— que cinismo tan vergonzoso lo degrada aún más ante los venezolanos, anunció su intención de reformar la constitución, ¡como si a semejante bribón y los “jueces” abyectos que le validan sus desmanes desde el tsj, respetasen lo contenido en un ordenamiento legal! Con la presencia de los déspotas Daniel Ortega y Miguel Díaz-Canel, la franquicia comprada de diputados alacranes, la bancada fascista y algunos ministros, un hemiciclo originalmente previsto para alojar debates de una representación popular democráticamente electa, fue vilmente mancillado. Ninguno de los presentes de tan despreciable aglomeración de individuos ignoraba que Maduro fue derrotado por una abrumadora mayoría de venezolanos que eligió presidente a Edmundo González Urrutia. Sin moral ni principios, convalidaron el fraude para continuar con sus expolios a la nación. Y ese resultado, público y notorio, es inobjetable, recogido en la casi totalidad de actas oficiales que pudieron recogerse. EE.UU., Europa, Canadá, Japón y la mayoría de los países de la región así lo reconocen.
Escaldado por derrota política tan contundente, Maduro decidió imponerse por la fuerza. Los millones que votaron por su salida están desarmados. Fracasado su intento por convencer a los venezolanos, de llegar a sus corazones y alimentar sus sueños, abandona la política como escenario de lucha. Opta por la imposición militar, aprovechándose de los oficiales y funcionarios corruptos que ha colocado al mando de la FAN y al frente de las instituciones del Estado. Abdicó de toda posibilidad de legitimarse, no sólo en el plano político e institucional, sino también en el plano económico, social, moral, con relación a los valores patrios y con respecto a las normas de convivencia........
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