David Mendoza: Mi auto confesión, la “trumptupidez”, y mi jalada de muñeco
Mientras Trump le faltaba el respeto no sólo a Zelenski, sino al mundo occidental, de tantas maneras que no me van a alcanzar las dos páginas habituales que mal lleno de tinta para describirlo, yo pensaba en tantas cosas que vi en los canales de YouTube de los “Trumptúpidos” que estuve a punto de declararme en “quiebra emocional” ante algún juzgado que me diera la mano y me permitiera no seguir debatiendo contra argumentos y posiciones desbordadas de frivolidad, mesianismo e ignorancia. Lo bueno de nuestros tiempos es que cualquiera, menos yo, claro está, se puede hacer viral mostrando las nalgas, o como un señor que creo que se apellida “Aguaviva” o algo parecido, que, no sólo es indignantemente ignorante y afiliado, sino que, nos lo quiere restregar con aires de superioridad intelectualmente bobos, torciendo la boca más allá de lo ridículo, para hacerse de un público de alta fidelidad como lo es el público Trumpista (un verdadero bandido de la comunicación). Y lo digo con propiedad, ya que a mí nadie me paga mis colaboraciones (¡señores Morán y Otero, no me vendría mal un par de talones de CestaTickets o una bolsita Clap!), no estoy afiliado, mis canales de YouTube a disgusto mío, no pasan de 100 seguidores porque, además, son para torturar a mis amigos, para obligarlos a calarme y luego reprocharles su poco apoyo a ver si los ablando y me prestan dinero (nunca me dan “like”). Y cada vez que les informo de algún nuevo canal, en secreto se lamentan, lo comentan; creo que van a hacerme una intervención. Vivo de la brega en un país en el cual decidí quedarme, y vivirlo con sus exigencias y sus virtudes, y no me arrepiento. Repito, a mí nadie me está pagando, ni tengo la obligación de quedar bien para que me den “likes” los trumptúpidos. Es así que, descorazonado como estaba, llamé a mi querida comadre para que me hiciera un reiki vía telefónica, pero no me atendió, de seguro, porque se habrá tenido que hacer un auto reiki, por las mismas razones.
Pero no todo fue corazón herido. Les quiero confesar que, en lugar de un auto reiki, (me) hice una auto confesión: me hice la quemante señal de la cruz tres veces, y me repetí lo siguiente: “una libertad basada en acuerdos con Donald Trump, no es libertad sino un intercambio de tipo de vasallaje”. Acto seguido, se me `espelucó el cuerpo como cuando Fausto vio al diablo. Y así, ´espelucado más por la energía del más acá que........
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