Antonio de la Cruz: La disputa de poder entre Estados Unidos y China
Antonio de la Cruz
Director Ejecutivo de Inter American Trends
“A medida que Estados Unidos y China profundizan su rivalidad geopolítica, la asimetría de sus enfoques estratégicos amenaza con fragmentar el sistema global y obliga a las potencias intermedias a redefinir su papel”.
La confrontación actual entre Estados Unidos y China no es simplemente una guerra comercial, ni una escaramuza diplomática pasajera. Es una lucha estructural y prolongada entre dos actores globales que no solo compiten entre sí, sino que operan bajo lógicas estratégicas fundamentalmente distintas. No se trata de tácticas o disputas aisladas sobre aranceles o tecnología, sino de una profunda asimetría en la percepción del poder, del tiempo, de la legitimidad y de la arquitectura del orden internacional.
Washington juega en un tablero abierto y plural. Su estrategia es fluida, reactiva y a menudo limitada por ciclos electorales y presiones mediáticas. El poder se mide en incrementos trimestrales: crecimiento económico, creación de empleo, rendimiento bursátil y primacía tecnológica. Para Estados Unidos, la dominación se ejerce a través de instituciones, alianzas y reglas de mercado —o mediante la capacidad de reescribir esas reglas cuando ya no les son útiles—.
China, por el contrario, despliega una estrategia de largo plazo sobre un tablero centralizado y civilizacional. Concibe el poder como un proceso continuo, cimentado en agravios históricos, continuidad ideológica y una paciencia estructural. Pekín no depende de validación electoral ni de instituciones abiertas. Su fortaleza no se basa en el crecimiento económico inmediato, sino en la resiliencia estructural, la cohesión social bajo control estatal y la acumulación paulatina de influencia en sectores clave a nivel global.
El contraste no podría ser más marcado. Washington percibe la determinación de Pekín como una amenaza expansiva y desestabilizadora. Desde la perspectiva china, las medidas de contención —aranceles, sanciones tecnológicas y pactos militares—........
© La Patilla
