El eco de los comuneros de Villalar en los andenes de Sanabria AV
Manifestación en contra eliminación paradas Renfe en Otero / Jose Luis Fernández
El 23 de abril de 1521, en Villalar de los Comuneros, las tropas imperiales derrotaron al ejército comunero que defendía una causa profundamente arraigada en los pueblos de Castilla. Querían ser escuchados, tener voz frente a un poder lejano y ajeno, decidir sobre su futuro sin que todo viniera dictado desde fuera. La ejecución de Padilla, Bravo y Maldonado selló aquella derrota, pero su recuerdo aún pervive como símbolo de una lucha por la dignidad y la justicia.
Aquella revuelta, aunque aplastada, dejó sembrada una semilla de conciencia colectiva: la de que los pueblos tienen derecho a decidir, a opinar, a alzar la voz cuando sienten que son ignorados. No fue solo una batalla militar, sino un pulso entre el centro del poder y la periferia silenciada. Entre quienes ordenaban desde lejos y quienes vivían el día a día en Castilla. El espíritu de Villalar no murió con sus líderes. Se transformó en memoria activa, en advertencia y en reclamo.
Más de cinco siglos después, ese eco resuena, casi con las mismas palabras, en un lugar que entonces ni siquiera figuraba en los mapas del poder. Hoy no hay espadas ni caballos, no hay campamentos ni batallas. Pero sí hay malestar, hartazgo y movilización. Hay vecinos que salen a la calle, pancartas que claman desde las plazas de los pueblos, concentraciones a pie de vía. Hay un grito silencioso que exige lo mismo que aquellos comuneros: ser tenidos en cuenta.
El motivo actual no es la política imperial, sino la supresión de varias paradas de tren en la estación de alta velocidad Sanabria AV. Una decisión que, como entonces, se toma desde despachos lejanos, sin diálogo, sin comprender lo que significa para quienes viven allí. La historia........
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