La delincuencia, común y organizada, se tomó la nación. Organizaciones internacionales por la defensa y transparencia de la justicia y defensa de los derechos civiles, señalan el crecimiento sostenido de la criminalidad y la impunidad en Colombia. Precisan que la impunidad supera  el 97%. Hace unos dos años, publicaron un informe sobre criminalidad en el mundo y Colombia, con México, se disputaban los dos mayores puntajes, en Latinoamérica. La situación ha empeorado, desde el año del informe.   

La criminalidad y la impunidad tienen causas específicas. Todas  vinculadas, de alguna manera, con la inequidad socioeconómica, el desgobierno, la corrupción y la impunidad. La  concentración del capital y la riqueza, el modelo económico-político, el subdesarrollo intelectual, la pésima calidad académica, el caos y la anarquía institucional. Son condiciones y situaciones,  coadyuvadas  desde siempre, por las irresponsabilidades políticas y sociales del poder institucional, la tolerancia y complicidad, de quienes ejercen el poder público, siempre al servicio de la politiquería, el clientelismo y la corrupción.  

Al respecto, es pertinente recordar y reflexionar sobre las conclusiones, criterio y visión político-social, de Simón Bolívar, expresados en 1828, sobre la institucionalidad y sociedad colombiana, cuando expresó: “En Colombia, impera la servidumbre del pueblo, siempre oprimido por los militares, clérigos, abogados y doctores y eso sucederá aún con la Constitución más democrática, porque depende de la poca educación y de las costumbres. En Colombia hay una aristocracia de rango, de riqueza y de empleos, equivalente por sus pretensiones a la aristocracia de título y de nacimiento en Europa, pero considero que las leyes y la educación, podrían ir poco a poco estableciendo el equilibrio social”. Ese deseo y previsión, lejos está de cumplirse.

En otra ocasión, Bolívar expresó: “La mayor opresión que se puede ejercer sobre los pueblos, es la que se ejerce a expensas de la ignorancia del pueblo”.

 Por lo que se observa y se padece hoy en Colombia, en la vida social y política nacional, nada de esas condiciones y efectos, advertidos por Bolívar, han........

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