¿QUÉ ESTÁS DICIENDO?
“Todos tenemos dificultades. No estoy diciendo que no tengas que enfrentarte a la enfermedad, a la oposición y a las traiciones. Pueden venir, pero no tienen que quedarse. No tienes que abrir la puerta. No la abras y digas: sabía que vendrías. Entra. Deja que te traiga una taza de café. No, cuando llamen a la puerta, di: no, gracias . no eres bienvenido aquí. No lo aceptes. No aprendas a vivir con ello. Deja de llamarlo mi enfermedad, mi ansiedad, mi disfunción, mi adicción. No es tuya. Nada de esto te pertenece. Está en territorio extranjero. Tu cuerpo es un templo del Dios altísimo. La enfermedad no........
© La Crónica del Quindío
