Dávila y Hernández (2)
Tal precandidata no es el reverso de la moneda. Es la misma moneda con brillantina y multimillonaria ayuda gilinskiana.
Si ayer el lenguaje vulgar fue vehículo de la manipulación, hoy lo es la corrección vacía. Del fallecido ingeniero a la experiodista Dávila, viendo y escuchando tan teatral candidata de la macilenta oligarquía, estándar femenino de pasarela ideológica ultraderechista y embajadora oficial de la puerilidad, verificamos que su campaña es compendio de peligrosos lugares comunes. Con agresivas frases y un inquebrantable compromiso con valores e intereses de clases hegemónicas colombianas, y de lo peor de las castas políticas tradicionales. Su reiterativa perorata parece carta de horóscopo: amor, futuro,........
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