Ya en esta tierra de dios, propietaria o dueña de inmensas riquezas naturales que van desde la calidez y valentía de su gente, el espíritu de felicidad que se reconoce al colombiano, el medio ambiente que envidian en el resto del mundo, nuestra Amazonía y el ser la despensa del mundo, si nos lo proponemos, generadores de agua destacados y hasta pocos en el mundo, no sabemos quiénes son los buenos y los malos.

Esa denominación antiquísima, que en ocasiones atiende a las ideologías, definidas por gobiernos impositivos, o simplemente al sentido común, parece haber perdido sus límites en esta hermosa patria. Aquí ya quien llega a posiciones de poder, adquiere una representativa riqueza económica, o simplemente es dueño de las armas, se cree propietario de la verdad y con el........

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