Mientras tanto: “De la obligación, al desacato”.
Dando cumplimiento al decreto 115 de 2024, el alcalde de Filandia conoció que personas que se “aprovechaban económicamente del espacio público”, se negaban a pagar el respectivo impuesto.
Entonces pidió a las autoridades de Policía, levantar una caseta que no cumplía sus obligaciones tributarias. El incumplido, antes que pagar, pidió apoyo a personas de Filandia, Armenia, Calarcá y Pereira, para interrumpir y evitar la medida legal, y también con tutela, pidió al juez que le protegiera “el mínimo vital”, garantizando alimentación, vivienda y salud, porque dice que vive de esa caseta.
Una diputada del Quindío, un concejal de Filandia y otros servidores públicos, puestos en rebeldía contra las normas legales que juraron cumplir, encabezaron el enfrentamiento a las autoridades y a la Policía, y con sus amigos impidieron a la fuerza la actuación administrativa; gritaron y difamaron con toda su rabia y fuerza espuria al........
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