Santidad con buen humor
El papa Francisco dejó muchas enseñanzas, algunas de ellas enmarcadas en un sentido del humor inteligente y amables sonrisas, cuyos efectos garantizan la permanencia en el tiempo, porque las cosas dichas o hechas con gracia tienen un pegante que las adhiere a la memoria; entre otras cosas, porque es grato recordarlas.
Hieráticos con poses de seriedad rechazan los toques graciosos que estadistas, autores, artistas y prelados les dan a sus expresiones y actitudes, y les restan méritos, con lo que sólo consiguen hacerse a la antipatía, o al desconocimiento, de auditorios, lectores y espectadores. Escritores que pretenden integrar un boom literario descalifican a autores que dejaron en sus obras una deliciosa impronta de humor fino, por considerarlos livianos, intrascendentes. En esa categoría ubican a Mark Twain, genial........
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