La historia reciente de Colombia se ha centrado en un proyecto de “clonación” de la violencia, que busca recrear un escenario de odio a partir del ADN de la guerra interna. En esta narrativa se extraen los “musgos” fosilizados de un Jurassic Parck criollo, donde los políticos se convierten en dinosaurios que viven de la guerra, y los muertos son exhibidos como amuletos.

A través de esta emocionante narrativa del “Jurassic Park” colombiano, se convierte la guerra en un atractivo negocio de muerte y poder.

¿Hasta cuándo los colombianos debemos seguir viéndonos a través de los espejos distorsionados de la guerra y la intolerancia política? Es como si Colombia estuviera atrapada en un “Jurassic Park” de emociones primarias y arcaicas, donde el odio, la maldad y la codicia de una élite fachistoide........

© La Crónica del Quindío