Lo de Hugo Rodallega, en serio, es excepcional, brutal, majestuoso, de película. Y no hablo solo de la final de la Liga, hace unos días, cuando Santa Fe consiguió su décima estrella derrotando al Medellín, con ese gol suyo, lesionado, que empezó y terminó como si la edad no le pesara, como si el cuerpo no doliera, como si la historia todavía le debiera algo.

Y no hablo solo por haber sido el goleador de la liga 2025-I, con 16 goles que lo dejaron con el botín de oro, por encima de otro inacabable: Dayro Moreno.

Y no hablo solo de su paso por Santa Fe, donde desde hace más de dos años no para de hacer goles —50, para ser exactos—, de ponerse la banda de capitán, de ser el líder natural. A unos........

© La Crónica del Quindío