El tiempo I
Aproximadamente desde el año 2016 empecé a discurrir sobre el merecimiento de oportunidades o desafíos.
Por qué, cómo y para qué llegamos a merecer una u otra cosa. La vida me enseñó que no solo la preparación –pensar, poner en valor, ser consciente-, la motivación –sentir- y el sudor en la frente –hacer- eran explicación técnica para tener, alcanzar meta o “quemar el pan en la puerta del horno”…alejar oportunidades.
Entendí que en nuestro libro de la vida también debía haberse escrito ese merecimiento –positivo o no según se perciba- y siempre hay una razón. Y aunque parezca contradictorio se escribe en la medida en que nos preparamos, motivamos y sudamos o no.
Estoy segura que el merecimiento positivo no depende del azar, del querer; también depende de estar listos,........
© La Crónica del Quindío
