Acerca del finado
Cada libro invitado a poblar nuestras bibliotecas, pesada carga muerta en las mudanzas, lleva adherida la pequeña historia de su adquisición y no siempre lectura. Varios llegan al precario acopio en forma de obsequio con toque afectivo; los más, adquiridos en ferias callejeras; no pocos rescatados del abandono, de expulsiones decretadas por lectores remisos, o … Continuar leyendo
Cada libro invitado a poblar nuestras bibliotecas, pesada carga muerta en las mudanzas, lleva adherida la pequeña historia de su adquisición y no siempre lectura. Varios llegan al precario acopio en forma de obsequio con toque afectivo; los más, adquiridos en ferias callejeras; no pocos rescatados del abandono, de expulsiones decretadas por lectores remisos, o por parejas hartas de objetos inútiles. No faltan por suerte en mi caso y en mi casa, páginas amadas, compañeras desde la infancia, fuentes de conocimiento, sensibilidad, apreciación estética, literaria, formación de criterio; en........
© La Crónica del Quindío
