A muchos funcionarios de entidades públicas se les olvidó, o tal vez nadie se los dijo, que les pagan un salario por servir al público, no por servirse de lo público.

Trabajadores de planta, posesionados bajo la figura de libre nombramiento y contratistas tienen un común denominador: orientar a los ciudadanos. Quien acude a un despacho público no lo hace por gusto, va porque, fundamentalmente, necesita solucionar un problema, pero eso no parece entenderlo una buena parte de los integrantes de la nómina oficial.

Les cuesta, a no pocos, saludar, cumplir un horario, dar información completa, orientar. De lo que sí están muy pendientes es del pago del salario, las manecillas del reloj y reclamar sus derechos. Suelen llegar después de las ocho, hacer varias pausas al día........

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