El canario en la mina
Perdida entre las noticias que nos han llegado del mundo esta semana, ha pasado casi inadvertida la aprobación por parte del Consejo Legislativo de Hong Kong, órgano de gobierno de la ciudad autónoma, la Ley de Seguridad Nacional redactada al dictado de Pekín, último clavo en el ataúd de las libertades cívicas en la ex colonia británica.
Es la primera vez, desde la devolución del territorio a China en 1997, que una ley regula los delitos de traición, secesión y secretos de Estado, además de las actividades de organismos extranjeros en el territorio. Dicho en otras palabras amordaza cualquier tipo de protesta o disidencia entre los hongkoneses y acaba con su estilo de vida equiparable al de las democracias del mundo desarrollado.
La medida es, sin ningún género de dudas, una tragedia temida durante mucho tiempo que finalmente se hace realidad. Por unanimidad y a velocidad de vértigo el Parlamento de Hong Kong aprobó esta primera Ley de Seguridad. En 2014, cuando Pekín dio las primeras señales de que algo así se pondría en marcha, los habitantes de Hong Kong salieron a protestar como no se había visto en........
© Kienyke
visit website