Fantasía homicida
El vicio de las «fuentes anónimas» en la guerra de Estados Unidos contra Venezuela ha convertido la mentira en un santuario cómodo y rentable. Bien lo advirtió Montaigne hace siglos: «El deterioro de la verdad tiene miles de aspectos y un campo indefinido. Los pitagóricos afirman que el bien es cierto y finito; el mal, infinito e incierto».
Leo con estupor que el problema para convencer a Nicolás Maduro de abandonar el poder es que sus «manejadores cubanos podrían ejecutarlo si cede a la presión estadounidense y renuncia». La frase apareció hace una semana como filtración en un reporte de Axios, atribuida a funcionarios estadounidenses sin nombre ni rostro, y en cuestión de horas ya circulaba en portales, redes sociales y columnas como si se tratara de un hecho comprobado.
La conjetura es ya titular rotundo: Maduro «podría ser ejecutado por espías cubanos si deja el país», «Estados Unidos cree que Cuba estaría dispuesta a asesinar a Nicolás Maduro si intenta escapar de Venezuela». La hipótesis, nacida en la penumbra de una filtración anónima, se presentó ante la opinión pública como una pieza más del «realismo» geopolítico, cuando en realidad no había superado ni siquiera el umbral mínimo........© Juventud Rebelde





















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