La afición, el espectáculo y la cubanidad
Ningún otro deporte detiene tanto la atención de los aficionados en Cuba como el béisbol, a pesar del crítico estado de salud que posee hoy el mayor espectáculo deportivo en nuestro país. Cada postemporada en los últimos años parece recordarnos que, todavía pendiendo de un hilo su vitalidad, la pelota respira en los terrenos y entre el público como alma indispensable de la nación.
Todo el que llega durante el playoff al sagrado recinto del béisbol, como buen fiel, lo hace para disfrutar de su equipo sin importar nada más que la victoria. El cubano, cuando goza cada jit, jonrón o ese ponche «sabroso» a la hora buena, se olvida por un momento de sus difíciles avatares diarios (que no son pocos) de la puerta del estadio hacia afuera, y de cómo piensa cada cual, a no ser, estrictamente, a qué equipo le vas. Con la pelota sucede algo........
© Juventud Rebelde
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