Mucho más que músculos
Los Juegos Olímpicos —como era de esperar— han traído a nuestras pantallas un derroche de talento y excelencia, historias inéditas de hombres y mujeres cuyo sacrificio les mereció una posición en los más altos renglones de cada disciplina deportiva.
Referirse a atletas de alto nivel nos lleva a pensar mayormente en su condición física y entrenamientos diarios, a riesgo de olvidar que hablamos de personas que podrían tener problemas en su entorno social muy serios y cuyo equilibrio mental debe ser reforzado, pues no es poca la presión que supone ser competidor y tener expectante a toda una nación.
Por más fuerte y rápido que sea, un atleta no podrá alcanzar su máximo potencial si se encuentra lidiando con ansiedad, depresión, problemas de imagen corporal o estrés. La mente juega un papel crucial en la concentración, la motivación, la toma de decisiones y la resiliencia, factores determinantes para el éxito en la competición.
Sin embargo, a pesar de su importancia, la salud mental en el deporte aún es un tema delicado. A los competidores se les entrena para ser........
© Juventud Rebelde
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