Beneficios penitenciarios y presos políticos
Los beneficios penitenciarios, a los que en teoría tiene acceso cualquier preso en función de su comportamiento, suponen una considerable reducción de la condena. Normalmente tras cumplir un cuarto de esta y si es la primera entrada en prisión, acceden a los permisos de salida. Es decir, a pasar algunos días fuera de la cárcel. Así hasta que por la mitad de la condena o antes, pasan al Centro Abierto donde solo han de dormir allí. Si encuentran trabajo, pasado un tiempo ya duermen en casa. En caso de no ser así, cumplidas las dos terceras partes pueden acceder a la libertad condicional. Hay bastantes excepciones donde incluso sin sanciones graves y cumpliendo lo exigido en el Programa de Tratamiento Penitenciario, se abusa -especialmente de presos inmigrantes- atrasándoles el acceso a estos.
A los presos políticos, quienes estamos encarcelados por una lucha política colectiva, nos ofrecen dos opciones: o la claudicación renegando de la lucha y colaborando con lo que nos exigen en prisión, o el cumplimiento íntegro de la condena. Sin arrepentimiento, sin domesticación, no hay reducción. Para ellos no es una buena conducta que continuemos aportando a la causa desde prisión y nos neguemos a arrodillarnos. Nos quieren despojar de nuestras justas ideas y además que digamos que nuestra práctica es errónea para a la vez legitimar la represión contra otros. Como si servir a intereses colectivos........
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