Trump presidente: ¿para dónde va su mandato?
El actual mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a su segunda presidencia a inicios de este año. En unos pocos meses ha desconcertado a medio mundo, a propios y extraños. Para algunos es un “loco”, bastante disparatado en su forma: vehemente, visceral, arrogante y tremendamente autoritario. Para otros, todo eso es puro histrionismo, encubriendo un plan político muy bien pensado: devolver la grandeza perdida a su país.
Difícil decidir cuál de las dos opciones es la acertada. Por lo pronto, está muy claro que no es precisamente la persona más respetuosa de la ley y de las formas políticamente correctas. De hecho, es un reo convicto, juzgado y sentenciado por numerosos delitos (más de 20 ilícitos), dos de ellos muy graves, de naturaleza federal: intento de golpe de Estado en el 2021 y manejo ilegal de documentos oficiales secretos de seguridad nacional. En relación a esas dos faltas sumamente graves, que merecerían cárcel, gracias a arteras manipulaciones jurídicas no cumplió ninguna pena, asumiendo igualmente la presidencia en una situación de completa irregularidad. A poco tiempo de asumir, los jueces que llevaron adelante esos juicios -pertenecientes al Partido Demócrata- fueron cesanteados. Si eso sucede en algún lugar del Sur (los “países de mierda”, según consideración nada edificante de Trump) eso sería un escándalo de corrupción y atentado a la democracia. Como sucede en el país capitalista más poderoso, nadie dice una palabra. ¿Eso no se llama impunidad?
Desde hace algún tiempo, en muchos países se va asistiendo a un proceso de derechización creciente, con ribetes claros de neofascismo. La llegada de Trump a la Casa Blanca lleva esa modalidad a extremos peligrosos. Su estilo bravucón, saltándose leyes e insultando abusivamente a quien ose cuestionarlo, es un mal ejemplo para el mundo. Agnès Callamard, Secretaria General de Amnistía Internacional, manifestó los terribles peligros del “efecto Trump” al presentar el Informe “La situación de los derechos humanos en el mundo: abril de 2025” de dicha organización: “Transcurridos 100 días de su segundo mandato, el presidente Trump sólo ha mostrado un total desprecio hacia los derechos humanos universales. Su gobierno ha atacado con rapidez e intencionalidad esenciales iniciativas e instituciones estadounidenses e internacionales que se crearon para hacer de nuestro mundo un lugar más seguro y más justo. Su ataque sin cuartel a los conceptos mismos de multilateralismo, asilo, justicia racial y de género, salud global y acción climática necesaria para salvar vidas está agravando el considerable daño que ya han sufrido esos principios e instituciones, y animando aún más a otros dirigentes y movimientos contrarios al reconocimiento de derechos a unirse a su embestida” (Callamard: 2025). Dado el lugar prominente que tiene el presidente de la primera potencia capitalista mundial, su ejemplo termina siendo -lamentablemente- la fuente donde muchos otros aprendices de dictadores pueden inspirarse. En tal sentido es muy pertinente, por tanto, hablar de un “efecto Trump”.
“Hacer a Estados Unidos grande de nuevo” (Make America great again -MAGA-) ha sido la consigna con que Trump ganó........
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