El sionismo ha fracasado -y fracasará siempre- en su obsesivo intento y promesa de aniquilar a la Resistencia Palestina. Es evidente que no persiguen exclusivamente el exterminio de esta, sino llevar a cabo una limpieza étnica que les permita ocupar la poca tierra que les queda a los palestinos tras décadas saqueándosela a sangre y fuego. Pero al ser la Resistencia quien trata de evitarlo con la lucha más abnegada, se convierte en una obsesión para Israel y el resto de sus colaboradores imperialistas causarle el mayor número de bajas. A nadie escapa que la Resistencia ha sufrido, como no podía ser de otra forma en un combate tan desigual, numerosas y valiosas pérdidas. Pero tras un año y medio desde la brutal ofensiva sionista, han demostrado que aún cuentan con una potente capacidad operativa y, además, no dejan de incorporarse nuevos combatientes a las distintas facciones que la componen. En ese sentido, la liberación de presos políticos arrancada a Israel supone una importante victoria por varios factores y corrobora la fuerza que mantienen, capaz de doblegar a la bestia sionista que juró liberar a los colonos rehenes acabando con todos los milicianos palestinos.

La liberación de centenares de presos palestinos confinados en centros de tortura y de exterminio, no «solo» alivia su inmenso sufrimiento y el de sus familias, no «solo» es una gran conquista por haber sido lograda a base de lucha revolucionaria y no con rendición, además, adquiere una enorme trascendencia al formar parte de los presos liberados numerosos militantes de la Resistencia. Muchos de ellos cuadros y dirigentes con condenas de décadas e incluso de cadena perpetua. Todos ellos podrán -si quieren o están en condiciones de hacerlo- fortalecer la Resistencia, en el extranjero o no, y mitigar los efectos de sus numerosas bajas por los crímenes sionistas. Incluso quienes no puedan........

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