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Con el gasto militar ’extra’ aprobado por el gobierno durante lo que va de año se podrían construir 80 hospitales con 200 camas cada uno

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Finaliza el mes de mayo y el gobierno de Pedro Sánchez no puede exhibir una acción de gobierno tan persistente y elocuente como la que supone el aumento espectacular de los compromisos de gasto militar adquiridos desde enero hasta la fecha.

Sumadas las diferentes partidas de compromiso de gasto aprobadas desde enero hasta el consejo de ministros de 27 de mayo (último del mes), nos encontramos con una cifra de nada menos que 17.025,97 millones de euros, de los cuales una gran cantidad, más de once mil millones, son para ejecutar en sucesivas anualidades en partidas de pago plurianuales.

Digamos de paso que no consta ningún tipo de oposición a este dislate en el seno del consejo de ministros o en los partidos que lo apoyan. Habida cuenta del excesivo volumen de compromiso y de gasto autorizado no cabe el beneficio de la duda y únicamente debemos despejar una incógnita: ¿su complicidad con el mismo es por convicción o por cálculo? Todo lo demás, incluidos los guiños al pacifismo, es pura retórica y cinismo que ya no engaña a nadie.

1.- Desentrañando las grandes cifras.

Como las cifras son siempre muy equívocas, diremos que con el gasto comprometido durante estos cinco primeros meses de 2025 podrían hacerse, de forma alternativa, por ejemplo 85 hospitales con 200 camas cada uno (con un coste unitario de aproximadamente 200 millones de euros por cada uno) para proteger la salud de la ciudadanía, o para multiplicar por casi 10 el importe consignado para vivienda en el Plan Estatal de Acceso a la vivienda 2022 a 2025 , o para financiar aproximadamente el 8% del coste neto de implantar una renta básica universal para proteger a todas las personas.

¡Qué paradoja! Para nuestra seguridad se invierte en cinco meses unos 15,618, 71 millones de euros extra (a sumar a la cantidad ya prevista en los presupuestos militares) pero estamos más inseguros que nunca, mientras que, con el mismo dinero, invertido en bienes sociales, conseguiríamos mejorar de nuestra seguridad; esa que nuestra casta, en connivencia con el complejo militar industrial, nos escamotea.

2.- Un gasto transversal en el que participan todos los ministerios

Pero volvamos sobre los datos. En primer lugar, podemos comprobar que en el enorme gasto «extra» que el gobierno ha comprometido han participado no sólo el ministerio de Defensa o el de interior, sino también otros ministerios. Se trata de un gasto transversal en el que participan (y se ocupan de ocultarlo para que no parezca gasto militar) otros muchos ministerios.

Lo vemos gráficamente en el siguiente cuadro

Hacienda es el gran promotor de este chute de compromiso de gasto militar, la mayoría por medio de compromisos para programas de armas que comprometerán pagos a varios años, como ocurre con los 1.011,85 millones con los que financiará los satélites militares «paz», o la transferencia de 2.819,16 millones para proyecto tecnológicos industriales de la defensa, o los 703 millones para la construcción de barcos militares, o los otros 380 de créditos a Industria (a interés cero) para que pueda financiar estos barcos y la modificación de pagos de programas especiales de modernización de armas por otros 3.948 millones de euros.

Estas millonadas, dicho sea de paso, hipotecan nuestro futuro, se pagan con cargo a presupuestos futuros (lo que a la vez condiciona estos al enorme gasto militar) y, dado que nuestro presupuesto es deficitario, imponen la carga de una enorme deuda militar a las generaciones futuras.

Hacienda, el ministerio más proactivo en la promoción del gasto militar extraordinario, también ha transferido a Defensa 2.084 millones de euros como suplemento para sus compromisos de gasto y otros 1.217,01 millones más para complementar las operaciones militares en el exterior, pagos que aumentan el presupuesto militar directamente de 2025.

También llama la atención la nada despreciable participación en el gasto militar español del ministerio de Transformación digital, con pagos a defensa e interior por importes de 699,04 y 199 millones de euros para ciberseguridad.

Exteriores esta vez solamente contribuye con 12 millones para cuotas en organizaciones de carácter militar (OTAN incluida), y recibe los 1.217.01 que Hacienda aplica desde el fondo de contingencia para operaciones militares en el exterior.

En cuanto a Defensa, recibe partidas considerables para su propia actividad, reparaciones de armas, etcétera. No puedo dejar de señalar que también recibe un pequeño empujón como pago por su participación en la DANA, 48,36 millones (y otros 25,3 que le aporta para lo mismo hacienda), pues, como vengo diciendo desde hace tiempo, la participación militar en desastres militares y de la UME tiene como característica que no es gratuita ni desinteresada, sino que pasan factura siempre. Por cierto, también la Guardia civil se calza 20,09 millones por la DANA (más otros 9,78 que le aporta Hacienda).

Volviendo sobre Defensa, uno de sus capítulos de gasto extra es el chute de 400 millones de euros para retribuciones (y otros 483,36 que le sopla hacienda para el mismo concepto), así como otros 57 millones para el Instituto Social de las fuerzas Armadas y los 102 millones de suplemento para los submarinos militares.

Por desgracia el gasto consignado no recoge todo el que han aprobado. Y ello porque algunas de las partidas comprometidas no se acompañan de un desglose de gasto, con lo que no podemos saber qué impacto tendrá.

Así ocurre con la aprobación de las convocatorias para aumentar el número de efectivos militares y de guardias civiles. Como es comprensible, estos militares nuevos cobrarán un sueldo, máxime cuando no se trata de personal para reponer plazas de jubilados, aunque no se consigne el impacto de tales convocatorias en la aprobación de estas convocatorias por parte del consejo de ministros.

En el mismo sentido, la aprobación de la........

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