Opinión | Gent de la Terreta

Toni Cabot

Toni Mayor, empresario turístico. / Ilustración de Mª José Monje

A Enrique Mayor, mampostero de oficio, le llovieron todo tipo de comentarios jocosos cuando se le ocurrió aventurarse para construir una casa pensión en el barrio de Foietes «donde no se atisba la playa ni en pintura». Por aquellos tiempos, años sesenta del pasado siglo, Benidorm comenzaba a florecer como destino turístico y, en ese marco, Enrique se mostró receptivo con una sugerencia de un conocido turoperador acerca de la idoneidad de aumentar dos pisos la edificabilidad en ese solar ante la notable demanda de habitaciones destinadas al hospedaje.

La cuestión es que las dos plantas acabaron siendo cuatro y, seguidamente, se agregó otro bloque justo al lado con 50 habitaciones más, listón que se elevó con otras 80 en la parte trasera de la parcela contando con la ayuda de Juan Antonio Montesinos, otrora político de Alianza Popular.

A esas alturas, el joven Toni, el menor de los siete hijos de Enrique y Teresa, había asumido que su futuro pasaba por proseguir el proyecto iniciado por su padre, sin que hubiera necesidad de esperar mucho para tener la certeza de que la iniciativa del patriarca iba a verse multiplicada de la mano del «xiquet» de la familia como el milagro del pan y los peces.

Así, ya en los años ochenta, con los intereses bancarios al 17 por ciento, Toni Mayor se embarca en una ampliación de 180 habitaciones para transformar la pensión Foietes en el hotel Fiesta Park de la actualidad.

¿Tanto crees en Benidorm para meterte en ese cacao?, le preguntó José Ramón García Antón. La respuesta a la cuestión planteada por el........

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