7 VIDAS: la cerveza peruana que habla el lenguaje del vino
Confieso, con el debido respeto a mis amigos cerveceros, que mi brújula sensorial suele apuntar a la vid, no a la cebada. En mi mundo, el sonido del descorche y el perfume del vino son casi religión. Pero de vez en cuando la vida —o el lúpulo— te da una lección de humildad. Y esta vez vino servida en copa: color salmón, burbuja fina, elegancia impertinente. Se llama ROSE BRUT, y es obra de la cervecería tacneña 7 VIDAS.
No es cualquier cerveza: es de esas que te hacen dudar de tus propias etiquetas. Es tan delicada y seca que, si la sirves en una copa de vino, más de uno creerá que abriste un buen espumoso francés. Y ahí uno entiende que detrás hay más que técnica: hay sensibilidad, obsesión y un sentido del detalle que rivaliza con los grandes enólogos.
El culpable de semejante herejía (bendita sea) es Marco Málaga, maestro cervecero de 7 VIDAS. Un hombre que habla de sus cervezas como si fueran hijos y experimentos de laboratorio al mismo tiempo.
“La inspiración nace de una necesidad personal de creación”, me dijo. “Pero si uno crea algo........
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