Si Salardi sabe decir que NO, ya tiene la mitad del camino recorrido para ser un buen ministro, porque un MEF complaciente es lo peor para la salud económica del país. Su prueba de fuego será Petroperú y poder capear a Boluarte, a quien parece no importarle el forado fiscal de su gobierno, porque hay muchas razones por las que iría presa pero no por su pésima gestión. Arista le ha dejado la valla muy baja, un ministro débil y sin mayor carisma que se dejó apabullar por el Congreso y las autoridades subnacionales. Repartió con la típica generosidad fácil del dinero ajeno, pero luego, con absoluta carencia de manejo político, les cerró la puerta. No tardaron en pedir su cabeza; se las puso en bandeja de plata.
Salardi llega con excelentes pergaminos. Sacó de las cenizas a ProInversión, cuando en el 2022 colocó US$2,300M, monto muy superior al de los cinco años anteriores, habiendo batido récord en el 2024 con cerca de US$9,000M en proyectos colocados. Muy buen funcionario y orientado a resultados, pero no hay punto de comparación con el manejo de la economía de un país. Es indispensable que combine sus........

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