Indignación, inestabilidad y el clamor de las calles
En los últimos días, el Perú ha sido escenario de multitudinarias marchas de protesta. Miles de ciudadanos, como usted o como yo, cansados por la corrupción, la inseguridad y la precariedad de las instituciones, han salido a las calles para ejercer su legítimo derecho a la protesta. La indignación colectiva es comprensible: vivimos en un país donde la incertidumbre política se ha convertido en rutina y donde la desconfianza hacia las autoridades parece haberse instalado como un sentimiento nacional.
Sin embargo, junto a las expresiones genuinas de descontento, también emergen fuerzas que buscan sacar provecho del caos. Algunos actores políticos han visto en este malestar popular una oportunidad para debilitar aún más a un gobierno ya tambaleante, y así empujar su propia agenda. Es triste, pero real: mientras el pueblo clama por justicia, otros solo piensan en capturar el poder, colocando a representantes de su misma línea política tanto en el Ejecutivo........
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