Retroceder nunca
Desconozco, hasta el momento del envío de la presente columna, si la “tregua” (término que cabe en una circunstancia bélica pero no en una contingencia política o social) de 24 horas anunciada el viernes 11 por el presidente de la Confederación Nacional de Pequeña Minería y Minería Artesanal (Confemin), Máximo Franco Bequer, a fin de suspender las protestas y facilitar la instalación de una mesa de trabajo junto al gobierno y el Congreso, bajo la mediación de la Defensoría del Pueblo, haya prosperado.
En una sociedad democrática, no está en tela de juicio toda oportunidad de diálogo, y en particular lo referido al ejercicio de la minería informal, cuyo desborde hacia las fronteras de la ilegalidad tiene en vilo a todo el país. Lo neurálgico es, primero, que el Estado imponga la ley ante la toma de carreteras, los actos vandálicos y el atentado a la economía interna provocado por el impedimento del circuito........
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