El cobre es el metal del momento. Su precio ha aumentado, su demanda sigue en ascenso y su importancia en la industria es innegable. Sin embargo, no podemos ser ingenuos: el panorama no es optimista. La amenaza de aranceles, particularmente desde Estados Unidos, ha generado incertidumbre en el mercado y podría desencadenar efectos devastadores.

Más que un simple metal, el cobre es un recurso estratégico. Su papel en la electrónica, la construcción y la transición hacia energías renovables, lo convierte en un insumo esencial para el desarrollo económico y la seguridad nacional de algunos países. De manera que, esto no es solo una cuestión de mercado, sino de geopolítica.

El nacionalismo y el proteccionismo en Estados Unidos parecen estar tomando cada vez más fuerza, y se convierten en banderas que justifican cualquier tipo de medidas para no depender de otros. Y aunque entiendo las razones de nuestro vecino del norte no se puede negar que este cambio de mentalidad está generando efectos que deberían preocuparnos.

Primero, está el tema del acaparamiento. Es lógico que las empresas quieran protegerse contra posibles aumentos de precios o restricciones en el........

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