Caso Teuchitlán, una revictimización tras otra
Ser buscador o buscadora de personas desaparecidas en México es el trabajo más horroroso y desgastante emocionalmente que cualquiera se pueda imaginar. Al dolor de perder a un ser querido, a la incertidumbre de no saber dónde está, a la impotencia de no poder encontrarlo y a la frustración de lidiar con la indolencia y la ineptitud de las autoridades, hay que sumar los ataques retóricos y las amenazas de los poderosos. Desde políticos y funcionarios públicos hasta miembros del crimen organizado ponen en duda la credibilidad y amenazan constantemente a los colectivos de búsqueda. El caso Teuchitlán es un ejemplo representativo y especialmente terrible, pero de ningún modo es un caso aislado.
El domingo pasado, Guerreros Buscadores de Jalisco, el colectivo que encontró el campo de exterminio en el Rancho Izaguirre, publicó un comunicado para informar a la opinión pública sobre una campaña de desprestigio en su contra: “Se han creado audios, videos, imágenes, así como también capturas falsas de WhatsApp utilizando inteligencia artificial para editar voces e imágenes de algunos miembros de nuestro colectivo. Estos materiales falsos buscan manipular la opinión pública y dañar nuestra reputación”, decía el comunicado.
Previamente, supuestos miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) publicaron un video en redes sociales en el que ponían en duda la veracidad del hallazgo de Guerreros Buscadores y sugerían que se trataba de un montaje con intereses oscuros detrás. Algunos periodistas cuestionaron si la autoría del video realmente era del CJNG y otros pusieron de relieve la similitud entre la narrativa de este video y el discurso de varios miembros de la coalición........
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