Aranceles a los vehículos, ¿última llamada o golpe mortal?
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó finalmente la orden ejecutiva que impone un arancel del 25% a todos los vehículos y autopartes importados fuera su país. La medida se justifica por representar una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos, y como una medida necesaria para proteger a los trabajadores estadounidenses y revitalizar la manufactura nacional.
Esta acción representa un duro golpe para la industria automotriz global, y particularmente para México, por la fuerte integración productiva entre ambos países. La industria automotriz actual no está limitad por las fronteras, sino por el nivel de integración de sus cadenas de valor. Los componentes de un solo vehículo pueden cruzar la frontera entre Estados Unidos y México varias veces antes de llegar al consumidor final. Romper esa cadena no fortalece las economías: las fragmenta.
La integración productiva es profunda entre ambos países. Aproximadamente 38% del valor total de los vehículos mexicanos importados por Estados Unidos corresponde a partes de origen estadounidense. Además, México es el principal proveedor de autopartes del mercado vecino, con una participación de 42.8% en el total importado por Estados Unidos. Esta interdependencia es el resultado de décadas de cooperación manufacturera. El T-MEC establece ahora un Valor de Contenido Regional del 75% para acceder a los beneficios arancelarios, lo que refuerza esta lógica de integración.
México se ha consolidado como uno de los principales exportadores mundiales de vehículos y uno de los........
© Expansión
