Amor y misericordia
Hoy, segunda semana de Pascua, celebramos la Divina Misericordia y podemos aclamar con gozo: ¡Estás vivo, Jesucristo! Qué alegría tan grande nos da tu gran victoria: venciste al pecado y a la muerte, nos perdonas, abres las puertas del cielo y nos invitas a seguirte. Damos gracias porque tu amor y misericordia son eternos.
Con esa esperanza en el corazón, experimentamos con emoción la partida del papa Francisco. Sentimos dolor por su ausencia, pero también gozo por su pascua, y por el gran acto de misericordia de Dios al regalarnos el Urbi et Orbi con su último aliento, concediendo más indulgencias en este Año Santo de la Esperanza. ¡Qué grandes regalos! ¡Qué maravillosas muestras de la infinita misericordia y........
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