Lo sucedido ayer en Tlalpan
Nunca se había visto en directo algo semejante a lo que se vio en la “mañanera” de ayer. El instante en que el secretario de seguridad federal Omar García Harfuch recibió a través de un mensaje la noticia de la ejecución en plena Calzada de Tlalpan de Ximena Guzmán, secretaria particular de la jefa de gobierno Clara Brugada, y de su coordinador de asesores, José Muñoz.
Los titubeos, la consternación de García Harfuch, la decisión que finalmente lo llevó a ponerse en pie para acercarse a la presidenta Claudia Sheinbaum y mostrarle el mensaje fatal. El impacto que el mensaje dejó en el semblante súbitamente atribulado de Sheinbaum mientras, más allá, la secretaria de Gobernación presumía supuestos logros sobre la “atención a las causas” y las “Ferias de Paz”.
El modo brutal en que el México real irrumpió en el otro México: el México en el que los más altos funcionarios están sentados en un salón, escuchando sus logros entre ellos mismos. El México de las fantasías, mientras afuera todo se cae a pedazos.
Tampoco había ocurrido nunca algo semejante a lo que sucedió ayer. Es posible decirlo........
© El Universal
