La Agencia norteamericana Fitch acaba de atribuir a Bolivia una calificación de riesgo CCC-, lo que prevé la bancarrota inminente por los crecientes riesgos macroeconómicos debido a la baja liquidez y un déficit fiscal persistente. Fitch, además prevé que el déficit se mantendrá alto en 8,2% en 2025 en el período previo a las elecciones y con un alto grado de incertidumbre, dependiendo de cuánto pueda seguir dependiendo del financiamiento externo a muy altas tasas de interés.

Hoy, el indicador sideral de riesgo del país es de 1911 puntos comparado con el de Uruguay que es de 89. La insolvencia del fisco boliviano y su consecuentemente elevado endeudamiento, sumados a la emisión monetaria inorgánica y la inflación, explican los altos niveles de riesgo país.

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