Una sensación viejísima
Escritor.
Escritor.
Imagen de archivo de dos trabajadores en una oficina. / EL PERIÓDICO
Sabemos perfectamente qué es ser derrotado por algo que ni siquiera hemos empezado a hacer. Ese tedio, ese desinterés, ese desánimo previo se lleva quizás en la sangre, se nace con él. Apenas eres un niño ya dices pfff, o chasqueas la lengua, o vas soltando noes a cada rato, como raquetazos al aire. Nos puede parecer que este fastidio que precede a tantísimas obligaciones o cometidos representa un malestar profundamente contemporáneo. Y lo es. En su momento se bautizó como 'burnout' o agotamiento laboral. Nace del estrés y la ansiedad, y tiene como consecuencia un desgaste físico y emocional que a menudo hace que........
© El Periódico de España
