A las patadas
Con la llegada de Trump y Elon Musk se instauró en Washington una nefasta manera de gobernar basada en la fuerza y el chantaje, abusando de las armas del poder. Cuando no son las amenazas o la realidad de las deportaciones masivas de inmigrantes ilegales es el garrote mayor que tiene Trump para forzar a los países a tomar decisiones drásticas: los aranceles. Todo a las malas, a punto de irrespeto y atarbanería, con la total vulgarización de las relaciones entre pares, menospreciando y desconociendo la entidad de las personas, de las instituciones y de los países.
El capataz de los atropelladores es Elon Musk, con su banda de cien muchachos, de camisetas negras con la sigla de ‘Technoking’, que irrumpen en las oficinas públicas sin advertencia ni preparación con una sola tarea: reducir a su mínima expresión sus nóminas y el........
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